Realiza en tu cuaderno los siguientes ejercicios:
1 Completa las frases empleando el tiempo que se indica en cada una:
- El maquinista (conducir: pretérito perf. simple) el tren.
- Cuando (cerrar: pres. subj.) el balcón, hazlo suavemente.
- Es preciso que cada día (ofrecer: pres. subj.) una buena acción.
- No (perder: pres. subj.) ningún objeto.
- Los sitiados se (rendir: pret. perf. simple) tras la batalla.
- (Salir: cond. simple) contigo, si vinieras a casa.
- Es preciso que (dormir: pres. subj.) más.
- Que (salir: pres. subj.) todos inmediatamente.
- Si (sentir: pret. imp. subj.) más agradecimiento, sería mejor.
- Es preciso que los libros (caber: pres. subj.) en el estante.
- Me dijo: (poner: pres. imperat.) más cuidado.
- Si (saber: pret. imp. subj.) el resultado, estaría tranquila.
- Si no (tener: pret. imp. subj.) miedo, saltaría.
- ¿No (caber: cond. simple) nadie más?
- Los libros no (caber: pret. perf. simple) en la cartera.
- (Poner: pret. perf. simple) todo mi empeño en hacerlo.
- Sin duda, ellos (tener: pret. perf. simple) culpa.
- Siguiendo así, nunca (saber: futuro imp. ind.) nada.
- (Decir: pret. perf. simple) que Pedro lo había leído.
- No (hacer: pres. subj.) el mal.
- En cuanto llegó, nos (ir: pret. perf. simple) al campo.
- Que (decir: pres. subj.) a qué hora llegó.
- Si no (hacer: pret. imp. subj.) frío, saldríamos.
- Le han dicho que (ir: pres. subj.) inmediatamente.
2.- Sustituye el Infinitivo por las formas verbales apropiadas (a veces puedes ser usadas varias):
- No querer dar nada mi tía ayer.
- Ayer no traducir las frases de latín.
- Dile a Juan que te conducir hasta la casa.
- Me complacer en darle la noticia.
- Ayer Luis atender a lo que decir el día anterior.
3.- Sustituye el Infinitivo por el Pretérito Perfecto Compuesto:
- Esto se romper.
- No se hacer nada.
- Lo resolver enseguida.
- Se proveer de alimentos.
- En el documento se circunscribir a lo dispuesto.
- ¿Cómo freír el huevo?
- Se poner el abrigo.
4.- Subraya en el texto todas las formas verbales e indica el modo y tiempo verbal:
“Beatriz oyó entre sueños las vibraciones de la campana, lentas, sordas, tristísimas, y entreabrió
los ojos. Creía haber oído, a la par de ellas, pronunciar su nombre; pero lejos, muy lejos, y por
una voz ahogada y doliente. El viento gemía en los vidrios de la ventana.
- Será el viento – dijo; y poniéndose la mano sobre el corazón procuró tranquilizarse. (…) Las
puertas del oratorio habían crujido sobre sus goznes, con un chirrido agudo, prolongado y
estridente.”
Gustavo Adolfo BÉCQUER, El monte de las ánimas.
molan
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